Primer gobierno fujimori
Al final del gobierno de García, hubieron elecciones en 1990 y para estas se presentaron como candidatos de peso Mario Vargas Llosa, por el Frente Democrático; Henry Pease, por Izquierda Unida; Luis Alva Castro, por el Partido Aprista; y Alfonso Barrantes, por Izquierda Socialista, pero un grupo que se consideraba un grupo pequeño llamado Casi 90 que tenía un candidato poco conocido que fue el ingeniero agrónomo Alberto Fujimori. De ahí la popularidad de Fujimori subió y logró pasar a segunda vuelta junto Vargas Llosa. En ella Fujimori logro 62,4% y Vargas Llosa solo un 37,6% y así fue como Fujimori accedió a la presidencia.
Fujimori carecería de fuerza en el congreso, por ello lograr la aprobación de proyectos de ley se convirtió en una tarea difícil: la oposición aprista obstruía proyectos constantemente. En esta situación, en vez de optar por algo pacífico como el dialogo, Fujimori disolvió el congreso el 5 de abril de 1992, esto fue considerado como un autogolpe de estado, pero una gran parte de la población aprobó y apoyó esta medida anticonstitucional, por lo que los esfuerzos de reconstruir un gobierno legítimo por parte del vicepresidente Máximo San Román y de los congresistas depuestos no tuvieron acogida.
Debido a la presión internacional, Fujimori se vio obligado a convocar a elecciones en noviembre de 1992 para un congreso constituyente democrático. La nueva constitución, fue sometida a referéndum y promulgada en 1933, estableció el voto nacional por distrito electoral único, el mandato presidencial de cinco años con derecho a una reelección, y un congreso unicameral con 120 representantes.
Fujimori encaró la hiperinflación generado por el gobierno aprista aplicando más drásticas medidas, que la población bautizó como “fujishock”: se eliminaron los subsidios, los controles de precios y los varios tipos de cambio. Ello provocó severas alzas de precios; sin embargo, se logró bajar la inflación: en 1991, se redujo a 139.2% anual y en 1994 a 15.4%. Una medida necesaria fue la estabilización monetaria, para lo que se estableció el nuevo sol en reemplazo del depreciado inti (un nuevo sol equivalía a un millón de intis). Por otro lado, se renegoció el pago de la deuda externa peruana y se recuperó confianza de las instituciones financieras internacionales. Asimismo, desde 1991 se inició una política de privatizaciones con miras a reorganizar la ineficiente burocracia estatal.
La lucha contra el terrorismo, que ya costaba al país miles de vidas y millones en pérdidas materiales, fue otro tema prioritario. El año 1992 fue sumamente crítico, pues tres atentados conmocionaron a la población: el asesinato de la dirigente popular María Elena Moyano, la explotación de coches bomba en las instalaciones de Frecuencia Latina y en la calle Tarata, en Miraflores, el 5 de junio y 16 de julio respectivamente. Sin embargo, ese mismo año el gobierno asestó un duro golpe a Sendero Luminoso al capturar a su líder Abimael Guzmán y otros miembros de la dirigencia senderista.
Para culminar su primer gobierno, el conflicto de Cenepa con el Ecuador (1995), este conflicto fue por la posesión de Tiwinza en la cuenca del rio Cenepa. Los ecuatorianos tuvieron mejores resultados, pero al final hubo una tregua con la Paz de Itamaraty.
Trabajado por: Patrick Gallagher y Rodrigo Hesse
Fujimori carecería de fuerza en el congreso, por ello lograr la aprobación de proyectos de ley se convirtió en una tarea difícil: la oposición aprista obstruía proyectos constantemente. En esta situación, en vez de optar por algo pacífico como el dialogo, Fujimori disolvió el congreso el 5 de abril de 1992, esto fue considerado como un autogolpe de estado, pero una gran parte de la población aprobó y apoyó esta medida anticonstitucional, por lo que los esfuerzos de reconstruir un gobierno legítimo por parte del vicepresidente Máximo San Román y de los congresistas depuestos no tuvieron acogida.
Debido a la presión internacional, Fujimori se vio obligado a convocar a elecciones en noviembre de 1992 para un congreso constituyente democrático. La nueva constitución, fue sometida a referéndum y promulgada en 1933, estableció el voto nacional por distrito electoral único, el mandato presidencial de cinco años con derecho a una reelección, y un congreso unicameral con 120 representantes.
Fujimori encaró la hiperinflación generado por el gobierno aprista aplicando más drásticas medidas, que la población bautizó como “fujishock”: se eliminaron los subsidios, los controles de precios y los varios tipos de cambio. Ello provocó severas alzas de precios; sin embargo, se logró bajar la inflación: en 1991, se redujo a 139.2% anual y en 1994 a 15.4%. Una medida necesaria fue la estabilización monetaria, para lo que se estableció el nuevo sol en reemplazo del depreciado inti (un nuevo sol equivalía a un millón de intis). Por otro lado, se renegoció el pago de la deuda externa peruana y se recuperó confianza de las instituciones financieras internacionales. Asimismo, desde 1991 se inició una política de privatizaciones con miras a reorganizar la ineficiente burocracia estatal.
La lucha contra el terrorismo, que ya costaba al país miles de vidas y millones en pérdidas materiales, fue otro tema prioritario. El año 1992 fue sumamente crítico, pues tres atentados conmocionaron a la población: el asesinato de la dirigente popular María Elena Moyano, la explotación de coches bomba en las instalaciones de Frecuencia Latina y en la calle Tarata, en Miraflores, el 5 de junio y 16 de julio respectivamente. Sin embargo, ese mismo año el gobierno asestó un duro golpe a Sendero Luminoso al capturar a su líder Abimael Guzmán y otros miembros de la dirigencia senderista.
Para culminar su primer gobierno, el conflicto de Cenepa con el Ecuador (1995), este conflicto fue por la posesión de Tiwinza en la cuenca del rio Cenepa. Los ecuatorianos tuvieron mejores resultados, pero al final hubo una tregua con la Paz de Itamaraty.
Trabajado por: Patrick Gallagher y Rodrigo Hesse