el Segundo gobierno y el final DE FUJIMORI
Como la nueva constitución del 93’ permitía la reelección presidencial por una sola vez, Fujimori se presentó como candidato en las elecciones de 1995. Los partidos de oposición no tuvieron oportunidad de recomponer sus cuadros ni sacudirse de desprestigio pasado. En consecuencia, varios sectores se congregaron en torno al brillante diplomático Javier Pérez de Cuellar, ya que opuso su candidatura a la de Fujimori. Fujimori se impuso sobre Pérez de Cuellar con el 64.43% de los votos.
La lucha contra el terrorismo incluía también al MRTA y muchos de sus militantes fueron capturados. Sin embargo, a finales de 1996 un grupo emerretista asaltó la residencia del embajador japonés y tomo como rehenes a diplomáticos, políticos y empresarios. Tres meses después, una operación militar puso fin a esta acción terrorista. Finalmente, el terrorismo se replegó hacia la selva, en donde actúa amparado por el narcotráfico. Lamentablemente, en esta lucha el gobierno de Fujimori incurrió en los mismos excesos que los gobiernos de Belaunde y de García.
La falta de una demarcación en la frontera con Ecuador originó una serie de conflictos entre los ejércitos de ambos países a fines de 1994 e inicios de 1995. El cese de las hostilidades (Paz de Itamaraty) dio paso a una serie de negociaciones, que culminaron en 1998 con el Acuerdo de Brasilia. El texto del Protocolo de Rio de Janeiro se impuso, pero Ecuador recibió algunas concesiones, como un simbólico terreno de un kilómetro cuadrado en Tiwinza.
En el 2000 Fujimori volvió a presentarse como candidato presidencial. Para ello se amparó en la ley de “interpretación Auténtica de la constitución” dada por el congreso. Frente a los cuestionamientos, sus partidarios sostenían que su victoria electoral en 1995, al ser la primera en el marco de la constitución de 1993, no podía considerarse una reelección; en consecuencia, Fujimori si podía presentarse nuevamente como candidato en el 2000. Lo más grave fue la destitución de aquellos magistrados del tribunal constitucional que se pronunciaron en contra de la aplicabilidad de esa ley de “Interpretación Auténtica”. Las protestas de la población y de los políticos de la oposición no se hicieron esperar, y el rechazo al régimen fujimorista alcanzó niveles no vistos de anterioridad.
Pese a todo se presentaron otros candidatos entre ellos Alejandro Toledo. En unas elecciones plagadas de irregularidades y seriamente cuestionadas por los observadores internacionales, Fujimori logró imponerse a la segunda vuelta. El candidato Toledo y todos los sectores políticos y ciudadanos opuestos e esta tercera y fraudulenta elección expresaron su rechazo en una marcha nacional denominada “Marcha de los Cuatro Suyos”.
A asumir por tercera ver el mando presidencial, Fujimori careció de mayoría en el congreso. Sin embargo, sorpresivamente, congresistas de otros partidos decidieron cambiarse al partido de gobierno o plegarse a sus propuestas políticas, gracias a estos Fujimori logró mayoría en el congreso. Pese a ello, la situación del régimen era precaria, pues diversos sectores de la población no reconocían su legitimidad. En este contexto, en septiembre del 2000, los congresistas del Frente Independiente Moralizador lograron conseguir y presentar al país un video que mostraba al asesor presidencial Vladimiro Montesinos entregando dinero a un congresista para que se pasara a la bancada gobiernista, Este hecho puso en evidencia la corrupción del gobierno de Fujimori.
Los siguientes días fueron intensos: Montesinos fue apartado del entorno presidencial y luego huyó del país; hubo rumores de golpe de estado, mientras que en el sur un pequeño destacamento militar encabezado por los hermanos Humala Tasso se levantó en armas; y Fujimori decidió recortar su mandato y convocar a elecciones para el 2001. Un poco más tarde, en noviembre, aprovechando un viaje a Brunei por asuntos de Estado, Fujimori envió su renuncia por fax y se refugió en Japón, haciendo valer su nacionalidad japonesa. Ante la noticia, el gabinete en pleno renunció y los vicepresidentes rehusaron a hacerse cargo del gobierno. El congreso declaró la vacancia del cargo presidencia “por incapacidad moral” y desinó al presidente del Congreso, Valentín Paniagua, como presidente provisional de la Republica.
Trabajado por: Stefano Pietrapiana
La lucha contra el terrorismo incluía también al MRTA y muchos de sus militantes fueron capturados. Sin embargo, a finales de 1996 un grupo emerretista asaltó la residencia del embajador japonés y tomo como rehenes a diplomáticos, políticos y empresarios. Tres meses después, una operación militar puso fin a esta acción terrorista. Finalmente, el terrorismo se replegó hacia la selva, en donde actúa amparado por el narcotráfico. Lamentablemente, en esta lucha el gobierno de Fujimori incurrió en los mismos excesos que los gobiernos de Belaunde y de García.
La falta de una demarcación en la frontera con Ecuador originó una serie de conflictos entre los ejércitos de ambos países a fines de 1994 e inicios de 1995. El cese de las hostilidades (Paz de Itamaraty) dio paso a una serie de negociaciones, que culminaron en 1998 con el Acuerdo de Brasilia. El texto del Protocolo de Rio de Janeiro se impuso, pero Ecuador recibió algunas concesiones, como un simbólico terreno de un kilómetro cuadrado en Tiwinza.
En el 2000 Fujimori volvió a presentarse como candidato presidencial. Para ello se amparó en la ley de “interpretación Auténtica de la constitución” dada por el congreso. Frente a los cuestionamientos, sus partidarios sostenían que su victoria electoral en 1995, al ser la primera en el marco de la constitución de 1993, no podía considerarse una reelección; en consecuencia, Fujimori si podía presentarse nuevamente como candidato en el 2000. Lo más grave fue la destitución de aquellos magistrados del tribunal constitucional que se pronunciaron en contra de la aplicabilidad de esa ley de “Interpretación Auténtica”. Las protestas de la población y de los políticos de la oposición no se hicieron esperar, y el rechazo al régimen fujimorista alcanzó niveles no vistos de anterioridad.
Pese a todo se presentaron otros candidatos entre ellos Alejandro Toledo. En unas elecciones plagadas de irregularidades y seriamente cuestionadas por los observadores internacionales, Fujimori logró imponerse a la segunda vuelta. El candidato Toledo y todos los sectores políticos y ciudadanos opuestos e esta tercera y fraudulenta elección expresaron su rechazo en una marcha nacional denominada “Marcha de los Cuatro Suyos”.
A asumir por tercera ver el mando presidencial, Fujimori careció de mayoría en el congreso. Sin embargo, sorpresivamente, congresistas de otros partidos decidieron cambiarse al partido de gobierno o plegarse a sus propuestas políticas, gracias a estos Fujimori logró mayoría en el congreso. Pese a ello, la situación del régimen era precaria, pues diversos sectores de la población no reconocían su legitimidad. En este contexto, en septiembre del 2000, los congresistas del Frente Independiente Moralizador lograron conseguir y presentar al país un video que mostraba al asesor presidencial Vladimiro Montesinos entregando dinero a un congresista para que se pasara a la bancada gobiernista, Este hecho puso en evidencia la corrupción del gobierno de Fujimori.
Los siguientes días fueron intensos: Montesinos fue apartado del entorno presidencial y luego huyó del país; hubo rumores de golpe de estado, mientras que en el sur un pequeño destacamento militar encabezado por los hermanos Humala Tasso se levantó en armas; y Fujimori decidió recortar su mandato y convocar a elecciones para el 2001. Un poco más tarde, en noviembre, aprovechando un viaje a Brunei por asuntos de Estado, Fujimori envió su renuncia por fax y se refugió en Japón, haciendo valer su nacionalidad japonesa. Ante la noticia, el gabinete en pleno renunció y los vicepresidentes rehusaron a hacerse cargo del gobierno. El congreso declaró la vacancia del cargo presidencia “por incapacidad moral” y desinó al presidente del Congreso, Valentín Paniagua, como presidente provisional de la Republica.
Trabajado por: Stefano Pietrapiana