PRESIDENTE PROVICIONAL VALENTÍN PANIAGUA
Valentín Paniagua tomo la presidencia como un presidente provisional, gracias a la renuncia por fax de Fujimori. Entró a la presidencia después de que el congreso se reunió en una sesión especial y declaró la incapacidad moral permanente de Alberto Fujimori. El día 22 de noviembre, Valentín Paniagua dirigió un mensaje a la nación en el cual llamó a la unidad y designó al ex secretario general de las Naciones Unidas Javier Pérez de Cuéllar como primer ministro del país. Durante su gobierno establece un gabinete de lujo. En Junio del 2001 capturó a Vladimiro Montesinos Torres en Venezuela, ya que fue deportado al Perú por Hugo Chávez. Durante los ocho meses de su gobierno renovó el Poder Judicial, indultó a los presos políticos que habían sido encarcelados injustamente durante el gobierno de Fujimori, entre ellos Yehude Simon Munaro y apoyó la reincorporación al Ejército. Por otro lado, instaló la comisión de la verdad y reconciliación. En el ámbito internacional, Perú retornó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se suscribió la Declaración de Chapultepec sobre la libertad de prensa y se firmó la Carta Democrática Interamericana de la OEA. En las elecciones del 2001, Alejandro Toledo (Perú Posible) le gana a Alan García (APRA) en segunda vuelta.
Hecho por: Alejandro Salazar
Hecho por: Alejandro Salazar
Gobierno de Alejandro toledo
En la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 8 de abril de 2001, Toledo obtuvo el mayor número de votos (36,6 %), seguido por Alan García con el 25,8 %, y Lourdes Flores con el 24,1 %. La campaña de descalificaciones se mantuvo hasta la segunda vuelta, celebrada el 3 de junio, en la que Toledo se impuso con el 52,6 % de los votos.
Para ese entonces en el Congreso, Perú Posible se convirtió en la primera fuerza (40 diputados), pero muy lejos de la mayoría absoluta (61). Alejandro Toledo tomó posesión de la jefatura del Estado en Lima el 28 de julio, con un llamamiento a todas las fuerzas políticas para aplicar un programa de reconstrucción nacional y de entendimiento con las instituciones financieras internacionales, comprometiéndose a combatir la pobreza y a ser implacable con la corrupción. La popularidad de Toledo y el respaldo de la base social que lo aupó a la presidencia comenzó a fragmentarse poco antes de cumplir su primer año de Gobierno, cuando hubieron dos conflictos sociales el Arequipazo que fue en Junio y Julio del 2002 y el Andahuaylazo que fue el 1 de Enero del 2005 dirigido por Antauro Humala. Durante la campaña electoral, Toledo se había comprometido con la población regional a no privatizar Egasa y Egesur si alcanzaba la presidencia pero, finalmente, la empresa belga Tractebel formalizó la compra. Para frenar la revuelta social, el máximo mandatario del país decretó el estado de excepción en el departamento sureño y finalmente tuvo que firmar un acuerdo con las autoridades locales -Acta de Arequipa- en el que se comprometía a suspender las privatizaciones hasta que el poder judicial resolviera los recursos interpuestos. No obstante, la solución de la crisis provocó la dimisión del ministro del Interior y obligó a Toledo a poner en marcha una nueva etapa de recomposición de su proyecto político. Durante su gobierno establece un gobierno de tecnócratas, firma con Estados Unidos el acuerdo de promoción comercial (APC) y luego inicia negociaciones con el TLC. Por otro lado, tuvo relaciones con Brasil, ya que había un proyecto de construcción de la carretera interoceánica y lanzó el proyecto Huascarán, que era para dotar de computadoras e internet para los colegios nacionales.
El presidente peruano volvió a enfrentar una nueva situación crítica en la primavera de 2003. Los gremios de maestros, agricultores, empleados de la sanidad pública y del poder judicial se declararon en huelga indefinida para reclamar mejoras salariales y paralizaron la actividad del país durante varias semanas. Por otro lado, la reconstitución de Sendero Luminoso, que reapareció en escena con un breve y multitudinario secuestro de 71 trabajadores, agravó el delicado momento político del equipo de Gobierno de Toledo. El presidente anunció entonces su decisión de no presentarse a la reelección en los comicios de 2006 y designó nueva jefa del Gabinete a Beatriz Merino. Incapaz de estabilizar el engranaje de su equipo de Gobierno, antes de acabar el año el presidente solicitó la dimisión de todos su ministros. Con un descenso vertiginoso de popularidad y serios problemas internos en su partido, Toledo cumplía la primera mitad de su mandato presidencial.
En los primeros días de febrero de 2004, el presidente dio por zanjada la crisis con el nombramiento de un nuevo Ejecutivo, integrado mayoritariamente por independientes y sólo tres militantes del partido oficialista Perú Posible; entre ellos, el primer ministro Carlos Ferrero. Pero sus intentos por reconducir el rumbo político del país no fructificaron y antes del verano, dos pesos pesados de su Administración, los ministros de Interior y Agricultura, dimitieron envueltos en sonados escándalos. Sus iniciativas de índole económico tampoco fueron bien recibidas y, el 14 de julio de 2004, fueron contestadas de forma mayoritaria en las calles peruanas con una huelga general. Ese mismo mes, la formación oficialista Perú Posible fue objeto de denuncia por un presunto delito de falsificación masiva de firmas para cumplir, en los orígenes del partido, con los requerimientos de inscripción de las autoridades electorales. El presidente Toledo fue testigo del arresto de su hermana, Margarita Toledo, acusada de participar en el caso de la falsificación de firmas para el partido. Iniciado el mes de mayo, la comisión parlamentaria que investigó este presunto fraude acusó al presidente, como coautor, de los delitos de asociación para delinquir y contra la fe pública y solicitó la aplicación de sanciones penales y constitucionales. El Congreso rechazó finalmente iniciar un juicio político contra Toledo aunque el caso continuó abierto en los tribunales ordinarios. Toledo tuvo que desdecirse para conjurar la peor crisis de su mandato y anunció una remodelación de su Gobierno en la que quedó descartada la presencia de Olivera. Pese a la rectificación, la popularidad del presidente descendió en picado. El 16 de agosto de 2005, Toledo puso fin a esa enésima crisis con la designación del titular de Economía, Pedro Pablo Kuczynski (conocido popularmente como PPK), como nuevo jefe del Gabinete. Toledo escapó a Chile, pero al final de su gobierno, Julio del 2005, Fujimori es capturado en Chile para que de esta manera sea deportado al Perú. Toledo salió de la presidencia en el 2006, el año en el que García volvió a entrar.
Con este bagaje a cuestas, las aspiraciones de Perú Posible de renovar mandato presidencial eran más que limitadas y el candidato oficialista Rafael Belaúnde, hijo del ex presidente Fernando Belaúnde, apenas lograba despegar en las encuestas de intención de voto. No hubo siquiera opción de comprobar la capacidad de reacción del candidato porque el primer día de febrero de 2006 Belaúnde informó al presidente Toledo de su renuncia; una decisión que dejaba al partido gobernante fuera de la lucha en las presidenciales. Los comicios se resolvieron en segunda vuelta el 4 de junio con la victoria del ex presidente Alan García sobre el nacionalista Ollanta Humala.
Trabajado por: Mateo Borda
Para ese entonces en el Congreso, Perú Posible se convirtió en la primera fuerza (40 diputados), pero muy lejos de la mayoría absoluta (61). Alejandro Toledo tomó posesión de la jefatura del Estado en Lima el 28 de julio, con un llamamiento a todas las fuerzas políticas para aplicar un programa de reconstrucción nacional y de entendimiento con las instituciones financieras internacionales, comprometiéndose a combatir la pobreza y a ser implacable con la corrupción. La popularidad de Toledo y el respaldo de la base social que lo aupó a la presidencia comenzó a fragmentarse poco antes de cumplir su primer año de Gobierno, cuando hubieron dos conflictos sociales el Arequipazo que fue en Junio y Julio del 2002 y el Andahuaylazo que fue el 1 de Enero del 2005 dirigido por Antauro Humala. Durante la campaña electoral, Toledo se había comprometido con la población regional a no privatizar Egasa y Egesur si alcanzaba la presidencia pero, finalmente, la empresa belga Tractebel formalizó la compra. Para frenar la revuelta social, el máximo mandatario del país decretó el estado de excepción en el departamento sureño y finalmente tuvo que firmar un acuerdo con las autoridades locales -Acta de Arequipa- en el que se comprometía a suspender las privatizaciones hasta que el poder judicial resolviera los recursos interpuestos. No obstante, la solución de la crisis provocó la dimisión del ministro del Interior y obligó a Toledo a poner en marcha una nueva etapa de recomposición de su proyecto político. Durante su gobierno establece un gobierno de tecnócratas, firma con Estados Unidos el acuerdo de promoción comercial (APC) y luego inicia negociaciones con el TLC. Por otro lado, tuvo relaciones con Brasil, ya que había un proyecto de construcción de la carretera interoceánica y lanzó el proyecto Huascarán, que era para dotar de computadoras e internet para los colegios nacionales.
El presidente peruano volvió a enfrentar una nueva situación crítica en la primavera de 2003. Los gremios de maestros, agricultores, empleados de la sanidad pública y del poder judicial se declararon en huelga indefinida para reclamar mejoras salariales y paralizaron la actividad del país durante varias semanas. Por otro lado, la reconstitución de Sendero Luminoso, que reapareció en escena con un breve y multitudinario secuestro de 71 trabajadores, agravó el delicado momento político del equipo de Gobierno de Toledo. El presidente anunció entonces su decisión de no presentarse a la reelección en los comicios de 2006 y designó nueva jefa del Gabinete a Beatriz Merino. Incapaz de estabilizar el engranaje de su equipo de Gobierno, antes de acabar el año el presidente solicitó la dimisión de todos su ministros. Con un descenso vertiginoso de popularidad y serios problemas internos en su partido, Toledo cumplía la primera mitad de su mandato presidencial.
En los primeros días de febrero de 2004, el presidente dio por zanjada la crisis con el nombramiento de un nuevo Ejecutivo, integrado mayoritariamente por independientes y sólo tres militantes del partido oficialista Perú Posible; entre ellos, el primer ministro Carlos Ferrero. Pero sus intentos por reconducir el rumbo político del país no fructificaron y antes del verano, dos pesos pesados de su Administración, los ministros de Interior y Agricultura, dimitieron envueltos en sonados escándalos. Sus iniciativas de índole económico tampoco fueron bien recibidas y, el 14 de julio de 2004, fueron contestadas de forma mayoritaria en las calles peruanas con una huelga general. Ese mismo mes, la formación oficialista Perú Posible fue objeto de denuncia por un presunto delito de falsificación masiva de firmas para cumplir, en los orígenes del partido, con los requerimientos de inscripción de las autoridades electorales. El presidente Toledo fue testigo del arresto de su hermana, Margarita Toledo, acusada de participar en el caso de la falsificación de firmas para el partido. Iniciado el mes de mayo, la comisión parlamentaria que investigó este presunto fraude acusó al presidente, como coautor, de los delitos de asociación para delinquir y contra la fe pública y solicitó la aplicación de sanciones penales y constitucionales. El Congreso rechazó finalmente iniciar un juicio político contra Toledo aunque el caso continuó abierto en los tribunales ordinarios. Toledo tuvo que desdecirse para conjurar la peor crisis de su mandato y anunció una remodelación de su Gobierno en la que quedó descartada la presencia de Olivera. Pese a la rectificación, la popularidad del presidente descendió en picado. El 16 de agosto de 2005, Toledo puso fin a esa enésima crisis con la designación del titular de Economía, Pedro Pablo Kuczynski (conocido popularmente como PPK), como nuevo jefe del Gabinete. Toledo escapó a Chile, pero al final de su gobierno, Julio del 2005, Fujimori es capturado en Chile para que de esta manera sea deportado al Perú. Toledo salió de la presidencia en el 2006, el año en el que García volvió a entrar.
Con este bagaje a cuestas, las aspiraciones de Perú Posible de renovar mandato presidencial eran más que limitadas y el candidato oficialista Rafael Belaúnde, hijo del ex presidente Fernando Belaúnde, apenas lograba despegar en las encuestas de intención de voto. No hubo siquiera opción de comprobar la capacidad de reacción del candidato porque el primer día de febrero de 2006 Belaúnde informó al presidente Toledo de su renuncia; una decisión que dejaba al partido gobernante fuera de la lucha en las presidenciales. Los comicios se resolvieron en segunda vuelta el 4 de junio con la victoria del ex presidente Alan García sobre el nacionalista Ollanta Humala.
Trabajado por: Mateo Borda